Por Belem Cruz Hernández
Terapeuta Holística

Entonces te preguntas:

¿Por qué me siento solo? ¿Por qué me siento perdido? ¿Por qué me irrito tan fácilmente? ¿por qué me pasa esta tal situación a mí?

Mucho tiene que ver los cambios que estamos viviendo o sintiendo.
Primero hay que entender que nuestro planeta, la tierra es una unidad de consciencia y que nosotros somos partes de ella, todos los sucesos colectivos que suceden a nivel mundial forman parte de la consciencia de la tierra y parte de esos sucesos son los cambios, y son importantes para ayudarnos a conocernos.

Si hemos sido observadores nos damos cuenta que hoy no es lo mismo de hace 10 años, ha habido cambios en todos los aspectos de la sociedad y de nosotros mismos y a veces esos cambios no los sabemos gestionar y es cuando podemos sentir frustración, ansiedad, estrés, dolor.

Dentro de todos estos cambios se habla que la humanidad está viviendo un cambio de era, de la era de piscis a la era de acuario. La civilización maya lo marca en su calendario, en el calendario egipcio de Dendera tan bien esta señalado, el pueblo hopi habla de ello, por mencionar algunos, pero,

¿Qué significa este cambio y como nos afecta a nosotros humanos?

Durante 2,500 años la energía de la tierra estuvo dirigida hacía el signo de piscis; una era de mucha separación, se vivieron momentos muy fuertes. Nuestra mente colectiva creo las guerras, la confusión, los derechos limitantes, todo eso no fue casual, fue necesario para darle vida al era de acuario. El planeta necesito vivir esto para poder darnos la mano y acompañarnos en solidaridad, y también nos invita a no sentirnos víctimas no hay culpables.

No estoy diciendo que ya no tenemos esos conflictos fuertes, los seguimos viviendo porque estamos en esa transición a la era de acuario. Y la era de acuario es la era de la consciencia. La antigua era, se regía por el principio de SER O NO SER, por poner un ejemplo: asistes a la universidad, terminas te titulas y ya eres y los demás te identificaban por ese título, incluso nos decían estudia para que seas alguien. En esta nueva era el principio es SER PARA SER, podrás tener un título universitario, pero eso no te hace SER porque ya ERES.

Esta era es de reconocer que somos parte del todo, que tenemos una identidad divina, que somos creadores, observar mi mente, mi forma de ver la vida, ir hacia adentro y desde ahí compartirlo, desde ahí compartir incluso la sabiduría que adquiriste con tu estudio. Durante esta transición veremos muchos retos porque estamos cambiando de creencias antiguas, de creencias de estructuras, del deber hacer, del no me cuestiones y el debes obedecer, pero, así como lo vemos en el colectivo lo vivimos en nosotros mismos, de hecho, en lo individual damos vida a este cambio colectivo. Para romper esos esquemas tenemos que sacudir la mente antigua y para ello vamos a pasar por sucesos, retos, algunas veces fuertes, o incluso ya los estamos viviendo, pero solo así vamos a entender esta nueva era que nos rige a todos, la era de la consciencia, la era
del SER, en otras palabras, ser consciente de quien eres.

Es la primera vez en la historia de humanidad, que el humano no depende de la humanidad, es decir, que no actúas en consecuencia del colectivo; sino que la humanidad depende del humano, es decir lo que haga el humano se refleja en lo colectivo. YO CAMBIO DE ERA, TU CAMBIAS DE ERA, USTEDES CAMBIARAN DE ERA, entonces la humanidad cambiara de era o no, pero tú ya lo has hecho, ya eres consciente de ti, tú eres tú propio maestro.

Como mencione son tiempos de retos personales, no fáciles, pero no tenemos excusa porque en compensación este tiempo es el que tiene la ayuda más elevada que ninguna historia de la humanidad en 25 mil años tuvo. Ayuda celestial pero también mayor acceso a la información. Esto nos hace una invitación a mantener nuestro centro fuerte, para saber discernir de toda esta información que nos llega porque habrá un montón, que tomes de ellas (incluyendo religiones) lo que te resuena y te hace bien. Lo importante es que vivas para SER. Una mente meditativa nos ayuda ha ir hacía adentro, a mantener nuestro centro, observar, discernir, cuestionarte porque es parte de la era, pero también saber por dónde ir. Y esto también le conocemos como espiritualidad.

LA ESPIRITUALIDAD

Lo primero que quiero dejar muy claro es que la espiritualidad no es un dogma “religioso” y tampoco va en contra de otras religiones, al contrario, se pueden complementar bastante bien. Lo que si es que para vivir una espiritualidad se debieron romper varias estructuras, creencias, sistemas y eso nos recuerda a una nueva era. La espiritualidad es hacernos responsables de nuestras circunstancias, no creernos las víctimas, no culpar a nadie de lo que nos sucede. Es atender nuestras emociones sin identificarnos con ellas. Es cuidar nuestros pensamientos y palabras. Incluso es mirar a tu vecino y comprender que su mal humor es causa de su dolor y no sentirte ofendido. Es aceptar que las cosas no salgan como tu deseas, pero sabes que así ha de ser para tu aprendizaje. Espiritualidad es comprender que, si te enfermas, no solo hay que atender los síntomas físicos, sino también ver que emociones no estás gestionando, y atender que lo que hace tu cuerpo es mandarte un mensaje.
Es compartir, es estar en paz. Es dejar que cada uno viva como le plazca.

Espiritualidad es abrazarlo todo. Es amar el mundo tal y como es, con todo lo que contiene. Sin juzgarlo, sin quejarte, sin poseer.
Es comprender que nada es real y que, a la vez, hay que ser impecables a la hora de jugar la partida de la vida. Es vivir en la alegría, o en el silencio, o en el bullicio, o en la tormenta, o en la luz, o en la oscuridad, vivir lo que la vida te propone, sin pretender que sea otra cosa. Hablo de lo que late cuando consigues parar y mirar hacia dentro, y te das cuenta de que no tendría sentido la vida, si solo fuéramos materia y cuerpo.